LA SED INSACIABLE
Decir adiós... La vida es eso.
Y yo te digo adiós, y sigo...
Volver a amar es el castigo
de los que amaron con exceso.
Amar y amar toda la vida,
y arder y arder en esa llama.
Y no saber por qué se ama...
Y no saber por qué se olvida...
Coger las rosas una a una,
beber un vino y otro vino,
y andar y andar por un camino
que no conduce a parte alguna.
Sentir más sed en cada fuente
y ver más sombra en cada abismo,
en este amor que es siempre el mismo,
pero que siempre es diferente.
Porque en el sordo desacuerdo
de lo soñado y lo vivido,
siempre, del fondo del olvido,
nace la muerte de un recuerdo.
Y en esta angustia que no cesa,
que toca el alma y no la toca,
besar la sombra de otra boca
en cada boca que se besa...
José Ángel Buesa (1910-1982)
.
3 comentarios:
Y sorprenderse una vez más si la sorpresa
tiene un Ángel metido entre las uñas
gato-mujer y el alma-gato en las preguntas
eterna cuestión del Hombre, sin respuestas.
Abrazos, Alberto.
Ergasto
Gracias Jorge, por tu hermosísimo poema-comentario, sos un gran poeta Jorge! Abrazos
En el "sordo desacuerdo de lo soñado y lo vivido"... se mantienen los límites de las realidades y las utopías.Lindo poema,
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