POESÍA, SOCIEDAD ANÓNIMA
Como yo no soy yo, represento a cualquiera
y le presto mi voz a quien aún no la tenga;
o repito otras voces que siento como mías
aunque, hasta sin querer, siempre de otra manera.
Parezco personal, mas digo lo sabido
por otros hace siglos. O quizás, ayer mismo.
Ojalá me repitan sin recordar quien fui
como ahora yo repito a un anónimo amigo.
¡Oh futuro perfecto! No hay otra permanencia
que la de ser un eco corregido por otros
que no sabrán mi nombre, ni -espero- mi aventura.
Tampoco yo sé bien quién habla en mi conciencia.
Si algún día un muchacho nos plagia sin saberlo
y en él, lo ya sabido, vuelve a ser un invento,
estaremos en él, invisibles, reales,
como otros, ahora en mí, son corazón de un ave.
Es eso, y no los versos guardados en los libros,
lo que, venciendo el tiempo, sin forma durará
en la obra colectiva y anónima, aún en ciernes,
transformando y creando conciencia impersonal.
© Gabriel Celaya (1911-1991)
de "Itinerario Poético", 1973
Mi agradecimiento al amigo y colega Ergasto, quien gentilmente me hizo llegar este digno ejemplo de desapego y conciencia impersonal que, de alguna manera, ilustra los fundamentos de la existencia de este blog.
Alberto Peyrano
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Alberto Peyrano
1 comentario:
bellísimos pensamientos!!Poesia de grannivel intelectual y espiritual.
Un cariño
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