NO CAER
"la azucena perdió el candor
y se afirma en el "no" que la sublima"
Elisabet Cincotta
Vírgen de penas me halló tu huella.
Como Atila no quedó vida tras tus pasos,
se desprendió el corazón e intentó seguirte
retornando agónico al vacío establo.
Sublimada queja, fui risa entre cientos
refucilo en el gris espejo
canción de cuna-campanilla al viento.
Abierta al cielo enraicé el dolor
coroné de soles los labios
vestí primaveras
bebí alegrías
pinté estrellas
y logré llorar.
© Liliana Varela
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10 comentarios:
Sos un ángel; gracias por dejarme formar parte de este hermoso sitio tuyo.
Un beso gigante.
Lili
Muy bello Liliiiiii, gracias a tu amigo por publicar.
Saludos afectuosos a los dos.
Leonor
En la dulzura transportada,
haces gala de belleza en tu poema;
son palabras delicadas para el tema
que agradece mi alma enamorada.
Besitos de felicitaciones, Liliana.
Emilio.
6 Junuio 2010
Un hermoso poema de Lili a quien siempre le agradezco el epígrafe.
Me gusta mucho este blog, Alberto. Descubierto y leído a varios excelentes poemas.
Me agradó sobre manera el poema de Peirano.
besos
Elisabet
Lili querida, tus poemas uno siempre más bello que el otro.
Elocuente y hermoso!!!!
Gloria, Elisa, Leo, Emilio: ¿cuántos les debo? jajaj son maravillososssss.
besossss
Lili
Solamente tu sonrisa ya es buen pago,
por las letras, se muy pobres, que te escribo;
te deseo que tu vida como amigo,
te la pases con delicia de un buen trago.
Besitos, Lilí.
Emilio.
Bellisimo y con tu encanto Lili...
Millones de aplausos.
Gracias Alberto por crear este sitio tan cálido y profundo
Abrazos y besos
Gracia Lili por ser como sos y por tu enorme talento, al que siempre acompañlas con tu particular alegría!!!!
Gracias a las amigas por tan elogiosos comentarios sobre este blog!
Elisa, Lorenzo Peirano es una enorme potencia poética en Latinoamérica que dará que hablar. Estoy orgulloso de ser su primo y que, a la vez, sea uno de mis mejores amigos.
Un beso para todos, Alberto
Caríssima Lilian. Quanta emoção eu senti em ler NO CAER. POETA querida, parabéns, que inspiração maravilhosa! Beijos, Antonieta E. Manzieri.
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