PIEL DE SOMBRA.
Hosca mirada de pantera, anciana de piel oscura
de la Recova mendiga.
Ya sin el brillo feroz en tus ojos negros
_“De cuando de verdad se peleaba por la Patria”
El corazón retumbo de tamboriles…
_Antes eran tiempos de patriotas, no ahora”_
Amarga sonaba tu queja,
limosnera en atrio de iglesia.
Ya no lucías uniforme de mujer soldado.
Tu poncho rojo, orgullo de norteñas luchas,
perdió su color y su prestancia.
Las bandas blancas se fueron ajando
por no cruzar tu abultado pecho.
Pecho con senos de mujer coraje
del Alto Perú “La Capitana”.
Senos de mujer sensible y tierna,
abnegada enfermera en la metralla.
En Tucumán súplicas y lamentos
Llamándote: “Madre de la Patria”
Pesadas las piernas, plantas llenas de llagas,
desde tu rancho de paja en el confín con la pampa,
llegabas a Plaza de las Victorias.
Por el cansancio trocada
en personaje de cuento patrio:
vendedora de empanadas.
Tu cuerpo anciano, llenito de heridas de bala;
que no dolieron tanto; como doliera tu alma,
despojada de sus amores en las más cruentas batallas.
Tu espalda marcada de azotes de nueve días
por negra y mujer: esclava.
Pero pasaron tiempos de lucha. Llegaron tiempos de calma.
La política se adueñó de los héroes de aquella hazaña
y premiados con pobreza, se diluyeron medallas.
La Historia deberá reparar insultos de Historia Patria,
enalteciendo tu nombre; lo que tu tiempo negara.
Piel de sombra y de sigilo María Remedios del Valle.
María por madre buena, Remedios del Valle de lágrimas.
Nunca llegaron a tiempo tus sueldos de Capitana…
Ni en las calles se vio erigida, ni en bronce o mármol tu estampa.
Ni la placa que diría: He aquí la MADRE DE LA PATRIA.
Que el “mea culpa argentino” cante coplas a tu alma.
Porque fuiste el estandarte de todas las ignoradas:
esas “Niñas de Ayohuma” prendidas a nuestra infancia
cuando el sentimiento patrio se acunaba en cada aula.
Hombres como Belgrano General de leyes y espada
y su secretario Anchorena reconocieron tu flama.
¡Que se escuche la voz de Viamonte!
Cuando en tu defensa clamaba,
llamándote benemérita.
María, tu nombre es Patria.
© Rosa Graciela Carretto
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1 comentario:
Debo reconocer que me emocioné mucho, mientras la compartía con la audiencia!!
Muy profunda.
Graciassssssssssss
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