EL RÍO DE LA MUERTE
Nadie detiene el río de la muerte,
el cielo cayó sobre tus alas
con puntual y misteriosa cortesía.
La noche cubrió tu cuerpo
apagando el sueño de tus ojos,
callando el sonido de tu voz.
Ahora caminas por los pasos que olvidó el sol.
Eres una pausa para mirar
hacia donde el reloj ya no vuelve,
eres una coma suspendida
por la eternidad de los momentos en silencio.
Éstos son los momentos
en que se esconden mis versos,
éstos son los momentos
en que las palabras me huyen
y la nada sobre los papeles se acuesta.
Éstos son los instantes de cielo sin ángeles,
de amaneceres sin sol y horizontes perdidos,
éstos son los días de los pinceles callados,
de los lápices agónicos y la guitarra muerta.
Éstos son los momentos
sin ti...
Lágrimas calientes en mis ojos,
acero y fuego en mi pecho,
de negro mi armadura y mi cielo.
El sendero de tus pasos
tan lejos del mar y sus secretos,
tan lejos de los pájaros y sus conciertos,
caminan ahora por los horizontes muertos,
por los caminos de los desiertos,
por entre los jardines yertos.
Quién sabe si donde estás
te hablan los astros en silencio,
porque acá, enmudecieron.
Roncan los gigantes sin sentir la luna,
ella, muda y hermosa, sigue mirando
desde un silencio negro
tus pasos sin mapa,
sin lumbre y sin danza.
©
Angie Ayllen Flores
.
1 comentario:
Muy profundo poema Angie querida...
Siempre con tu sello maravilloso.
Besos grandes
Raquel Luisa Teppich
Publicar un comentario