CICATRICES
El cansado sol se recuesta en el horizonte.
Lo veo descender impasible,
ajeno a los pesares que me gobiernan
y estremecen mi corazón dentro del pecho.
Las huellas del pasado aúllan de dolor.
Fuertes latidos retumban en mis sienes.
Tambores batidos por puños cerrados.
Puños furiosos y tensos, que en cada golpe,
descargan su ira en lo más recóndito de mi alma.
Vago perdida en la noche de mi desventura
ahogándome entre recuerdos inútiles,
que me desgarran sin piedad.
Flota en el aire el gusto amargo de la impotencia.
Penetran en mis pulmones
oleadas de monóxido;
envenenándome de a poco.
Duros cinceles tallan cicatrices.
Implacables y tercas, crueles y porfiadas,
ahondan mi sufrimiento,
soslayan mis deseos de sosiego
y desprecian mi angustia,
burlándose de mí.
Nada tiene color; el gris me invade.
No logro aprisionar la paz que ansío.
Me arrastro indolente, desganada,
sin poder evadirme de esa ausencia,
que es presencia en mis carnes laceradas.
Hados malignos y perversos
derramaron sobre mí sus anatemas.
Ya nada hay aquí y ahora:
Sólo este dolor que me atraviesa.
© Marga Mangione
3 comentarios:
Querido Alberto: Este blog es precioso! Gracias por concederme el honor de estar aquí, entre tantos poetas talentosos!
Un abrazo
Marga
Hay "Cicatrices", que no dejan huella en ninguna parte del cuerpo y de la piel...Se ocultan de la superficie franca que ostentamos y en cambio, aparecen en la mirada, en los gestos y en la voz, al pronunciar algunos nombres.
"Cicatrices" que no olvidaremos, pues no esperábamos la herida y menos la traición... Sabemos que no hay remedio para ellas y seguirán mimetizadas con nosotros, hasta que partamos de aquí y aún después...
Sólo, podemos, elevarlas por fe, a las huellas de quien amamos como cristianos, sabiendo que padeció y murió en la cruz por nosotros... Allí, unimos unas y otras cicatrices y esperamos volver a ser felices completamente el día postrero...
Felicitaciones Marga, por compartir tan profundos sentimientos y a Alberto por publicarlos...
Estimada Marga; Gostei muito de CICATRICES, e não poderia ser de outra maneira... Mais um lindo poema escrito com alma e coração para nos encantar, parabéns! Um grande abraço, Antonieta E. Manzieri.
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